Este próximo 30 de marzo es el día mundial del Trastorno Bipolar, conmemoración que pretende generar conciencia y educar respecto de esta enfermedad mental, y aprovecharé la ocasión para comenzar este blog sobre salud mental, entregándoles algunos consejos para reconocer esta condición.
El Trastorno Bipolar es un tipo de trastorno del ánimo, caracterizado por “fases anímicas” que constituyen cambios sostenidos y significativos del estado de ánimo normal de una persona, y que se repiten en el tiempo. En su presentación más típica, estas fases son llamadas depresión y manía. Los síntomas depresivos son más fáciles de reconocer, pues son mucho más comunes, e incluyen desánimo, dificultad para disfrutar de las cosas, falta de energía, ideas pesimistas, deterioro de la autoestima, tristeza aumentada, desesperanza, ideas de pérdida de sentido vital e incluso a veces ideas de muerte o suicidio. La mayor parte de las personas que han tenido una depresión no tendrán jamás las llamadas “manías”, y si sus depresiones se repiten en el tiempo, se las diagnosticará como con un “trastorno depresivo mayor recurrente”. Sin embargo, algunos pacientes pueden presentar además las llamadas manías o hipomanías en otros momentos de sus vidas, episodios que son bastante opuestos a las depresiones e incluyen síntomas como:
Ánimo eufórico, expansivo, en el que todo se siente “maravilloso”
Optimismo desmesurado, ideas de grandiosidad personal
Energías físicas aumentadas
Pensamiento acelerado y algo “atolondrado”
Verborrea (habla acelerada u abundante)
Impulsividad y desinhibición, gastos excesivos o inapropiados
Aumento del deseo o actividad sexual
Reducción en la necesidad de sueño. Por ejemplo, dormir menos de 3 hrs de noche, pero seguir con energías altas el día siguiente, varios días seguidos.
Aumento general del actividad intencionada
Por definición una depresión clínica debe durar al menos un par de semanas para el diagnóstico, y un estado maniacal una semana. Además, algunos pacientes pueden tener combinaciones de síntomas depresivos y maniacales (ánimo “mixto”). Sin embargo, más allá de la duración de estos síntomas, si usted o un ser querido presenta alteraciones anímicas sostenidas de cualquier tipo, es importante buscar un apoyo psiquiátrico. Y, si sospecha que puede presentar un trastorno bipolar, comuníqueselo a su médico pues los tratamientos son algo diferentes a los de los cuadros depresivos recurrentes “puros”; y, con un tratamiento médico y psicológico adecuado, las personas con trastorno bipolar pueden llevar en su mayor parte vidas plenas y satisfactorias.